¿Es cierto que los conteos bacterianos no siempre se correlacionan con la cantidad de ATP?

Con frecuencia recibimos preguntas sobre el ATP Test (Kikkoman A3), como:

  • “¿Podemos medir el número de bacterias o virus?”

  • “¿Los valores de medición equivalen al conteo bacteriano?”

La respuesta es que los valores obtenidos mediante el ATP Test (Kikkoman A3) no equivalen directamente al número de bacterias, aunque sí ofrecen información crítica sobre la higiene y la presencia de suciedad invisible.

La cantidad de ATP no es igual al número de bacterias

Relación entre ATP y crecimiento bacteriano

Tal como explicamos en la sección “La diferencia entre pruebas bacteriológicas y el ATP Test (Kikkoman A3)”, los residuos orgánicos (ATP/ADP/AMP) pueden servir como fuente de proliferación bacteriana en poco tiempo, incluso si en el momento inicial el conteo bacteriano es bajo.

Ejemplo:
Al graficar los resultados de Lumitester y LuciPac (eje X = RLU, eje Y = CFU/ml), se identificaron casos donde los valores de luminescencia fueron altos, pero no se detectaron bacterias.

Esto demuestra que, aunque las bacterias eran escasas al inicio, permanecían residuos invisibles capaces de convertirse rápidamente en focos de contaminación.

Implicaciones prácticas

  • En la industria alimentaria: residuos de alimentos no eliminados representan riesgo de contaminación cruzada y brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.

  • En hospitales y entornos clínicos: fluidos corporales invisibles pueden pasar desapercibidos en pruebas bacteriológicas, generando riesgo de infecciones asociadas a la atención en salud.

Los valores numéricos mostrados por el ATP Test (Kikkoman A3) representan la suma de ATP + ADP + AMP presentes en la muestra.

Esto significa que el ATP detectado no proviene únicamente de bacterias, sino también de otros residuos orgánicos, como restos de alimentos o fluidos humanos (sudor, saliva, etc.).

El ATP Test (Kikkoman A3) no sustituye el conteo bacteriano, pero sí es una herramienta de alerta temprana frente a condiciones que las pruebas tradicionales pueden pasar por alto. Su capacidad de detectar suciedad invisible lo convierte en un complemento esencial para fortalecer los programas de higiene, inocuidad y bioseguridad.